(no) ESTAMOS GANANDO - La memoria en escena

Ph: Cecilia Gómez Kum

Inevitable disparador de sentidos es el título de esta obra. Es que está compuesto por tres palabras, dos de las cuales nos remiten a una frase archidifundida por la prensa gráfica sensacionalista, especialmente por la revista Gente, en el marco del conflicto bélico que enfrentó nuestro país con Inglaterra en 1982, la Guerra de Malvinas. Hecho, sin duda, caro a nuestros sentimientos, por las pérdidas invaluables que acarreó una decisión irracional tomada por quienes gobernaron el último tramo de la dictadura cívico-militar de los años 70. La negación entre paréntesis y con letra minúscula, que precede a la consabida frase –empleada en el pasado para (des)informar y generar un ideal patriótico de victoria–, trasunta ironía y revela, desde el inicio, una postura crítica de la autora de la obra, Éstel Gómez, ante ese hecho histórico polémico y significativo.

Memoria y Dictadura. La guerra, la patria y el dolor. La falsa ilusión de victoria, el miedo ante la derrota y la muerte. La nostalgia, el amor, el desamor. El daño moral y físico de quienes combatieron. Son estos algunos de los ejes que atraviesan el universo poético de esta obra. Una puesta donde prevalecen la síntesis, la metáfora, lo lúdico, la ironía. Se dice mucho con poco, se sugieren miradas del mundo y se plantean situaciones dramáticas breves, caracterizadas por un ritmo que envuelve y atrapa.

El montaje es predominantemente simbolista, en el sentido de que utiliza escasos elementos escenográficos, sugerentes de los espacios dramáticos del presente y del pasado, como un pueblo del nordeste argentino o el propio territorio de Malvinas. Dichos espacios y tiempos coexisten, a través de los distintos cuadros y escenas que van hilando la historia que se cuenta, y son recreados por las interpretaciones impecables de Débora Ramón (en el papel de Lopé/Carmen, hermana, bailarina) y Francisco Alegre (en el papel de Omar/Omi, hermano, músico, (ex)combatiente de Malvinas).

Por momentos, la obra dialoga con discursos, publicidades y programas televisivos de la época representada, que no solo sirven para estimular el recuerdo y contextualizar, sino que otorgan vivacidad y dinamismo a la puesta. A través de una relación de afecto entre hermanos adolescentes (Lopé y Omi), dedicados a alguna rama del arte, como la música y la danza, más que nada folclóricas, se cuenta la herida que implicó Malvinas. La misma que padecieron tantos jóvenes que, sin dominio de armamentos ni sabiendo de táctica militar, tuvieron que subirse a un camión o un tren y partir rumbo a lo desconocido.

Resulta atractivo, a la vez que poético, el empleo de ciertos objetos en escena para dialogar con la memoria colectiva y las vivencias transcurridas alrededor de los setenta y cuatro días que duró el conflicto. Como por ejemplo, un camión de juguete que transporta una carta, aludiendo a las cartas que los soldados recibían y escribían para infundirse e infundir valor a sus familias. O un oso de peluche al que visten en escena con ropa de combate, en clara correspondencia con la ternura afectiva que suscitaba la juventud inocente e inexperta, la mayoría de entre 18 y 20 años, que fue a combatir.

El recurso del teatro en el teatro, mediante la técnica del teatro de sombras, es otro elemento que le otorga valor estético al espectáculo. Empleado en momentos en que los hermanos fantasean en una morgue, a ser médica ella y paciente él, se convierte en un juego teatral que habla, en sentido figurado, del temor a la guerra y a la muerte.

Experimento Escenario, de Paso de los Libres, provincia de Corrientes, se creó en 2005 con Gustavo Insaurralde y Éstel Gómez, autora y directora de la obra. El actual elenco se incorpora en 2017 y, desde allí, trabaja, a modo de laboratorio de investigación, hasta su estreno en 2019. Un largo proceso que impacta, sin duda, en un espectáculo marcado por una singularidad poética y estética, y una creatividad sobre las formas, para abordar un contenido histórico cercano a ciertas generaciones, lejano tal vez para algunas otras; acontecimiento que cumple cuatro décadas este año. De ahí que la obra se constituya, a la luz del presente, en un homenaje a la aventura inexorable de esos héroes y heroínas que protagonizaron un hecho imborrable para nuestro país y que fueron víctimas de una herida profunda que aún hoy cuesta sanar.

FICHA TÉCNICA:

Dirección y Autoría: Éstel Gómez

Intérpretes: Francisco Alegre y Débora Ramón

Diseño de Escenografía: Sofía Seidan

Realización de Escenografía: Tony Ramón, Natalia Ayala y Ramón Blanco

Diseño Vestuario: Éstel Gómez

Realización de Vestuario: Mercedes López y Valeria Gómez

Música y Composición Original: Néstor Acuña

Diseño de Iluminación: Gustavo Insaurralde

Producción: Maiara Cabrera Molina

Asistencia de Ensayos: Débora Ramón

Asistencia de Dirección: Gustavo Insaurralde

Sala: Galatea (Mendoza 590, Resistencia, Chaco)

Fecha: 29/9/22, función: 21:30 hs.

Fotografías de la puesta en escena: Cecilia Gómez Kum