EL ACOMPAÑAMIENTO - Un acto de amistad.
- MARIA ESTHER AGUIRRE

- 18 oct 2023
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 20 oct 2023

El sábado 23 de septiembre fui a ver El Acompañamiento de Carlos Gorostiza, un trabajo que se inició como un “juego de entretenimiento” entre dos amigos que llegaron a la etapa de la jubilación y felizmente culminó presentándose a sala llena en el Teatro de la Biblioteca Mariño.
Luis Alarcón y Rubén Galeano se propusieron hacer esta obra. Ensayaron, y entre los dos definieron la puesta. Luego la presentaron a sus familiares, quienes los estimularon para que realicen una presentación formal en una sala de teatro con público general. Conscientes del desafío al que se expondrían, convocaron a Ángel Quintela para que los mire y les acerque más elementos para adecuar la puesta y sumar los aspectos técnicos, sonido, etc.
El acompañamiento surge del movimiento cultural “Teatro abierto” creado en 1981. Nació como resistencia a la dictadura militar gobernante en el país, que no permitía que los artistas pudieran crear y expresarse libremente. Por ese motivo desde el año 1976 muchos actores, directores, dramaturgos tuvieron que exiliarse a otros países. Un grupo de prestigiosos dramaturgos se autoconvocaron para escribir Teatro en demostración que el Teatro en Argentina estaba vivo, se unieron al movimiento directores, actores y técnicos. Esta fue una manifestación de la fuerza creativa intelectual y en contraposición, cuando logran una noche de funciones teatrales como acontecimiento, la dictadura dominante, mandó incendiar el Teatro El Picadero, pero ese hecho no logró amedrentar a los teatristas y se reunieron 21 dramaturgos, 21 directores y un sinnúmero de actores, técnicos, salas, apoyados por periodistas y políticos produciendo un movimiento cultural único. Obras escritas en ese contexto son hoy consideradas clásicos del Teatro Argentino.
El acompañamiento tiene dos personajes: Tuco (Luis Alarcón) y Sebastián (Rubén Galeano). Tuco quiere cumplir su sueño de cantar, para eso deja de ir a trabajar a la fábrica, se encierra en la piecita del fondo de su casa, a esperar el acompañamiento prometido por un conocido, para ensayar los tangos que cantará en la televisión. Sebastián, es un amigo que va a visitarlo como al pasar. Al inicio de la obra Tuco está ensayando en soledad y cuando escucha los golpes a la puerta corre a abrir creyendo que llega el acompañamiento, tal es su sorpresa cuando se encuentra con su viejo amigo Sebastián al que hacía bastante tiempo no veía. Tuco pregunta a Sebastián una y otra vez , quien lo envió a realizar esa visita, sospecha que lo mandaron “ellos”, es decir los familiares que viven adelante. Hace gárgaras, prueba la voz y le cuenta con mucho entusiasmo que va a volver a cantar, que está solo y se siente libre aunque esté en esa piecita. Sebastián trata de hacerle entender que puede ser que el acompañamiento no llegue y que es mejor retomar “su trabajo y su vida normal“. Esta obra que trata el tema de La Libertad, es un símbolo, ya que ese fue el valor más preciado de la época . Y más aún, hay un profundo significado en que lo actúe Luis Alarcón ya que él estuvo preso en la siniestra época de la dictadura militar.
La obra se desarrolla en un tiempo argumental de 55 minutos y es una puesta muy sencilla. Con pocos elementos se plantea la “piecita” y su habitante nos entrega emoción y nos hace sentir ese deseo intenso de cumplir su sueño de poder cantar en la televisión . El amigo que llega oficia de partenaire.
Luis tuvo alguna experiencia de escenario cuando era adolescente, es hijo de Aída Bertoni y Poen Alarcón pioneros del teatro chaqueño, y su desempeño demuestra una fuerte presencia escénica. Ruben tuvo su experiencia teatral en talleres realizados con Quintela hace más de 20 años. Son dos actores que seguramente seguirán cumpliendo sueños. El lector no pretenda esperar aquí, que se juzgue el desempeño actoral de los protagonistas de este “acto de amistad”. De la misma manera que Sebastián, en algún momento empatiza con su amigo Tuco, y él mismo se cuestiona si atender a los clientes todos los días en el kiosko, es lo que realmente quiso hacer de su vida, Luis y Rubén son dos amigos que encuentran un espacio y un tiempo en donde compartir su amistad y su realidad actual, cumpliendo sueños y ejerciendo su libertad.
La función de estreno se realizó en la Sala de Teatro de la Biblioteca Mariño, en Santa Fe 847 de la Ciudad de Corrientes, es de destacar que fue a Sala llena con presencia de parientes y amigos , y una segunda función dos semanas después, también convocó, esta vez al espectador libre de compromiso, lo que también nos lleva a reflexionar, que hay cierto público ávido del teatro argentino clásico, del teatro convencional de las historias simples, pero profundas. Es decir, en Corrientes hay público, hay actores, hay teatro para rato.
Ficha técnica:
Dramaturgia: Carlos Gorostiza
Actuación y Dirección: Luis Alarcón y Rubén Galeano
Puesta en escena y asistencia técnica : Ángel Quintela




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